domingo, 21 de junio de 2015

Una “excursión” de 607 Km.
Por Vicente Alpañez

Excursionista es la traducción de la palabra francesa “randonneur”, un ciclista de larga distancia no competitivo que tiene su origen a principios del siglo XX,  que tiene como esencia de su filosofía el placer de viajar sin prisa, impregnándose de los lugares por los que pasa y fundiéndose con ellos, recordándonos algo que el ajetreo diario en el que ahora nos movemos nos hace olvidar a menudo, y es que lo importante es el viaje y lo de menos el destino.

El randonneur es un ciclista bien entrenado y física y mentalmente muy duro, cualidades necesarias para poder afrontar la duración de estas pruebas, que aún  no siendo competitivas exigen del participante mucho más de lo que la mayoría de los ciclistas “normales” están dispuestos a dar. Son deportistas a los que no les asusta pedalear durante dos, tres y hasta cuatro días en la más absoluta soledad para poder completar  distancias de hasta 1.200 km. en régimen de autosuficiencia y donde el participante lo hace con el único objetivo de “lograrlo”.

Juan Pedro se ha convertido en un “randonneur” y durante el pasado viernes 19 y sábado 20 de Junio ha realizado una SUPER RANDONEE SUPERSEGUREANDO por la Sierra del Segura con salida y llegada en Moratalla. La primera jornada ha empezado a las 4 de la mañana,  y 19 h., 350 Km. y 3 pinchazos después ha parado a dormir en Orcera. La segunda jornada no ha tenido tantas incidencias, solo cansancio, mucho cansancio y los últimos 100 km. aire en contra. He visto algunas carreteras por las que ha transitado y como ejemplo valga la B-23, que no es la peor de ellas,  y tres pinchazos son pocos. Esta carretera une…, no une nada, el hombre aún no ha dejado huella en esos parajes porque casi no se puede llegar hasta allí. Ha finalizado en 41 horas, 31 de ellas pedaleando, y ha rebajado el record anterior.

XXI siglos de civilización han adormecido, han domesticado al ser humano y han limitado sus horizontes a los tabiques de su casa y sólo quedan algunas agotadoras gestas para sentirnos “vivos”. En una sociedad rodeada de comodidades (desgraciadamente sólo para algunos), los aficionados al ciclismo de ultrafondo son auténticos incomprendidos y es frecuente que se tilde a los que participan en este tipo de rutas con calificativos que ponen en duda su equilibrio mental. Son en realidad opiniones que esconden una verdad absoluta: la falta de valor, compromiso y determinación de quien las realiza. A todos los que descalifican cualquier cosa que ellos no están dispuestos a realizar hay que recordarles que a veces es mejor “pedir disculpas” por lo realizado que “lamentarse” por no haberlo intentado.


Enhorabuena Juan Pedro, y ahora a por la siguiente.

No hay comentarios :

Publicar un comentario